Puntos Fijos

Si: Puntos Fijos. ¿Qué son? ¿Dónde están? ¿Para que sirven?

No faltará quien los confunda con Tiro Fijo, el de la guerrilla colombiana, y quienes a su vez procuren confundirnos más de lo que estamos repreguntando: ¿Puntos fijos en relación a qué? o ¿En qué sentido me lo pregunta?

Bien. Diremos lo que hemos podido averiguar, que no es demasiado.

Son esas plaquitas de bronce que vemos en algunas esquinas, parecidas a esos pequeños estantes, ya casi en extinción, que pegados a la pared servían para poner una foto, un florerito, una cajita o cualquier elemento semejante. En términos más técnicos son ménsulas.

Esa sería la exteriorización visible de algo mucho más complejo, de ese tipo de cosas sospechadas en los sueños; la evidencia de un misterioso orden subterráneo que nos relaciona con sistemas cósmicos que invisiblemente manejan nuestras vidas.

Un dato, para empezar: Están a un metro del nivel de la vereda. Puede comprobarlo, digamos que es así, pero tampoco es cuestión de que nos pongamos a medir. Y si no tuviera un metro exacto ¿qué pasa? ¿Iniciaremos un expediente en la Dirección de Catastro, si es que tal cosa existe? ¿Mandamos una carta de lectores?

Claro que no, así que dejemos las cosas como están y leamos lo que dice en el frente, que se nos antoja más o menos semejante a un cartel de teatro para hormigas. ¿Qué? No me diga que le da vergüenza sacar los anteojos y pararse a leer…Vamos. Bueno, yo ya lo leí. Dice así:

MUNICIPALIDAD
CATASTRO
NIVELACION
PUNTO FIJO Nº xxxx

¿Vio? Algunos datos más. Nosotros los pasamos y después se van acomodando solos. O no. Por ejemplo: La cota está 30,479 m por debajo del nivel de la Estrella del Peristilo de la Catedral de la Ciudad de Buenos Aires y o a 12,035 por debajo del cero de IGM. ¿Le dice algo?

Pasemos entonces a las líneas generales, que son más accesibles para los neófitos en estos temas, que somos varios. Se trata, en definitiva de relacionar puntos reconocibles en la tierra con cuerpos observables de la bóveda terrestre para contar con sistemas ciertos de medición. Esto permite la planificación, medir los terrenos para después poder valuar las propiedades, y en definitiva, tener un censo, un registro que nos brinde certidumbre en temas catastrales.

Si alguno de nuestros lectores es ingeniero o agrimensor, rogamos abstenerse de corregirnos y/o darnos lecciones técnicas. Nuestra contemplación de los puntos fijos pasa por otros senderos. No conviene ser muy explícito en estas cosas, porque no descartamos que el afán de espiritualidad lleve a muchos seres a rendir culto a estos pequeños mensajes cifrados de bronce, suponiéndolos vestigios de alguna civilización extraterrestre. Seguramente cuando la raza humana se extinga, estos ínfimos adminículos serán investigados por los seres que nos sucedan, y tendrán un lugar de honor en los museos y alcanzarán precios fabulosos en las subastas intergalácticas.

Sabemos que relacionando se llega a lugares insospechados; tal vez nuestra resistencia al término catastro es porque su duro sonido nos evoca resonancias relacionadas con las catástrofes, tan de moda en estos últimos años.

Nada de eso es verdad. Escuche esto: Para la ONU, el progreso de los pueblos se mide por el estado de su catastro. Así nomás.

Esto en un sentido general. No es aconsejable andar preguntando a la gente como anda del catastro. Podría ser mal interpretado.