En esta avenida se alza uno de las obras mejor conservadas del Buenos Aires de la belle-epoque. Es un bloque de cuatro edificios de renta de cinco pisos y locales comerciales, que cubre toda la cuadra de la avenida, entre Defensa y Bolívar, con entradas en los Nros. 410, 430, 450 y 470.
Esta obra del arquitecto suizo Christian Schindler, inaugurada en 1910, nos impacta con su armoniosa mole de un estilo francés austero y conciso, con mínimas concesiones a los despliegues ornamentales tan en boga por esos años. El rigor del diseño nos informa, sin duda, de un temperamento prolijo, ordenado y sobrio, característico de la nacionalidad de su creador.
No podemos imaginarnos como sería la vida en este barrio de Barracas en esos años inaugurales, con grandes extensiones de terrenos baldíos, enormes potreros casi campo, el empedrado, los carros, sus vendedores ambulantes y, sobre todo, con los juncales del río ahí nomás, a pocos metros del Parque Lezama. ¿Cómo era posible la convivencia, la coexistencia simultánea de este paisaje casi agreste con edificios de este porte, de una magnitud imponente, casi increíble para la época?
Los edificios en sí, tanto como las entradas, balcones, ventanas y rejas no han sufrido alteraciones estilísticas, ni su frente ha sido arruinado por aparatos de aire acondicionado ni por guarangas marquesinas.
Por el contrario, los dos restaurantes de la cuadra, han adaptado sus locales al espíritu y a la dignidad que emana de esta singular obra, contribuyendo con su diseño, decoración y amoblamiento al buen gusto general de este sector de la Avenida Caseros, realzado desde hace algunos años por el boulevard con faroles y plantas que divide las dos manos de circulación.
Las mesas en la vereda confieren a este apacible rincón porteño un cierto aire parisino de antaño, y las paredes del Museo Histórico Nacional obran como un telón de fondo para la avenida que nace en la frontera del empedrado de Defensa, se corta en Constitución, y retoma su seccionado rumbo hacia el oeste, pero ya con características muy distintas.
Christian Schindler, fallecido en Buenos Aires en 1920, realizó numerosas obras entre nosotros. Está considerado uno de los principales arquitectos extranjeros que aportaron su talento y sus conocimientos en nuestro país, y su obra es apreciada y estudiada, al día de hoy, por especialistas en la materia.