Buenos Aires enfrentará en 2012 una inmensa amenaza a su Patrimonio Arquitectónico si la ley 3056 que protege a todos los inmuebles construídos antes de 1941 no se renueva.
Es símbolo de una época, monumento a la educación pública, y un hito de la Ciudad de Buenos Aires.
Un imperial edificio que ayer fue uno de los principales sanatorios del mundo y hoy alberga escritos, declaraciones y fallos de los juzgados en lo Civil de nuestra ciudad.
Una construcción rigurosamente racionalista que da cuenta de una gran época de la arquitectura porteña.
El arquitecto Paul Pater legó a la ciudad, plazoleta de por medio, dos obras de estilos radicalmente diferentes, y ambas extraordinarias.
Entre una casa centenaria y un edificio en propiedad horizontal una inusual silueta de ladrillos se erige en la calle Carlos Calvo al 200.
La extraordinaria "Casa de los Pavos Reales", de Virgilio Colombo, impresiona por la profusión de ornamentación y simbologías de su fachada.
Por confiterías podemos entender a los bares o cafés tanto como a locales de venta de panificados y repostería. Ambos puramente porteños.