Crónica de una Subasta

El pasado martes 24 de agosto tuvo lugar la primer subasta de fotografía, organizada por Izrastzoff Compañía Inmobiliaria / Fervor x Buenos Aires. Como en toda primera vez, teníamos incertidumbres sobre la repercusión que tendría entre nuestros lectores y quienes se interesan en el Patrimonio de Buenos Aires.

Nuestras dudas fueron despejadas por las aproximadamente 150 personas que asistieron al cóctel que antecedió a la subasta propiamente dicha. Mientras un cuarteto interpretaba canciones de los Beatles, tuvimos la oportunidad de tomar unas copas y mantener el primer encuentro cara a cara con quienes hasta ahora solo teníamos un vínculo virtual, tras cada envío de FXBA.

Minutos antes de dar inicio al remate, Iuri Izrastzoff se dirigió a la audiencia y pidió generosidad en las ofertas por las fotografías, destacando que Basta de Demoler (BDD), el beneficiario de la subasta, necesitaba fondos para seguir adelante con su misión, y en particular para la organización de las jornadas de “Salvemos Buenos Aires”, de próxima realización.

Luego Santiago Pusso, coordinador de BDD, expuso tres casos éxitos de preservación promovidos por la ONG, y redondeó un panorama general del Patrimonio. En pocas palabras: la ciudadanía se está rebelando frente a las torpes e inescrupulosas demoliciones de nuestra mejor arquitectura, pero es necesaria una mayor participación para comenzar a influir en los niveles político y empresario.

Finalmente, el momento esperado: Daniel Merle, editor de fotografía en el diario La Nación, y quien gentilmente aceptó la propuesta de actuar como subastador primerizo, dio inicio al remate.

La sala estaba repleta, y por este motivo una gran cantidad del público debió participar desde la retaguardia. Ante esa situación, las voluntarias debieron exhibir cada obra portándolas desde el frente hasta el fondo del salón. Sí. Como las señoritas que anuncian un nuevo round de box.

Dicen que el primer lote suele ser el más difícil, y en nuestro caso no hubo excepción. Tras una detallada exposición de las bondades de “Arriving”, el subastador recorrió el salón buscando la primera oferta.

-¿Cuánto vale esta foto? Digan ustedes. ¿Quién me da, por lo menos, 100 dólares?-

El pesado silencio era interrumpido por voces de algunos pasajeros del hotel. El público se miraba cómplice y tímidamente, mientras los organizadores empinaban copas de vino para reducir la ansiedad. El subastador, sin contagiarse, continuó arengando a su público. Y finalmente, una mano arriba. ¡Teníamos 100 dólares! Luego llegó otra oferta, y otra mano más. La primer foto salió por 150 dólares, y los ruidosos aplausos ayudaron a descontracturar a todos de los nervios iniciales.

A decir verdad, los siguientes lotes no fueron menos fáciles: los participantes, catálogo en mano, escudriñaban cada foto y ofertaban selectivamente, como eximios compradores de fotografía. El cuarto lote, “Tren Bala”, fue comprado por un grupo de amigos, que emocionaron a la asistencia ya que decidieron donarlo nuevamente.

-Preferimos no comer afuera una noche y darle una mano a Basta de Demoler que se ocupa de lo que nosotros no hacemos, fue la razonable explicación.

La oferta más alta se la llevó “Sociedad Annónima”, una imagen de 130 x 100 centímetros, que fue rematada en 270 dólares.

Tras más de una hora de apasionante remate se recaudaron 12.600 pesos, una suma “¡increíble!” según Santiago Pusso, con la que Basta de Demoler podrá ejecutar más y mejores acciones de comunicación, entre otros objetivos.

A los responsables de Fervor x Buenos Aires e Izrastzoff les costó dormir, a pesar del cansancio, las dos siguientes noches. Ya están pensando en la subasta del próximo año.